THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES

martes, 1 de febrero de 2011

El cazador de almas Parte 5

Me molesto no poder conversar con Cheos, aunque algo me decía que debía alejarme de el, que no era una persona buena o confiable, igualmente mi urgencia de partir era inmediata. Luego de ver las noticias logre dormirme, pero al despertar, mis padres habían llegado.
Mi madre estaba enojada, sabia lo que significaba eso.
-'A que hora llegaste ayer?'
-'Pasadas las cinco'- respondí mintiendo.
-'Estas mintiendo, y estoy cansada de tus mentiras' -grito mi madre.
Que situación predecible, ellos se peleaban y descargaban su ira en mi.
Me empujo, mis ojos ya cansados de esas escenas querían descansar.
-'Madre por favor, no discutamos'- le dije en un susurro.
-'No me vas a decir que hacer.'-
Yo ya no entendía que decir para evitar un problema, lo inevitable venia.
Levanto su mano y me pego una cachetada con su peor ira.
El dolor y el ardor se veía en mis pómulos ahora rojos.. pero eso no seria suficiente.
Cerro su puño con ojos asesinos, y las lágrimas me rebalsaron.
Me levante rápidamente del piso, acaricie mi cara con la mano, y me sangraba muchisimo, entonces me encerré en mi oscura habitación.
Algo comenzaba a crecer en mi, y me temí lo peor, se que la ira se adueño de mi desde el momento en que se entero su embarazo, pero cada día que pasaba era peor, y el miedo me colapsaba.
El picaporte de la puerta se movía violentamente intentando entrar, pero después de encerrarme, si alguien entraba iba a ser poco mas para dejarme en un hospital.
Agarre mis cosas: ropa, que no era mucha, un cuaderno, mi mp3 y mis ahorros, que eran bastantes, y me quede esperando al atardecer, hora en la que ellos se iban para irme yo también.
Las horas eran eternas, un escalofrío me recorrió, estos días parecían tener una tendencia oscura.
Cuando la hora llego, con nervios me tire de la pequeña ventana de mi habitación, y aunque no tenia porque, lo hice silenciosamente para asegurarme que todo saldría bien.
Corrí, no tenia ningún rumbo fijo, pero se que algo me salvaría de aquella noche, cuando vi unas piernas, se que iba a tropezar.
-'Cuidado!' ¿Cheos?- dije sorprendida.
- ¿Eh? todavía recordas mi nombre?- Me lo dijo con un desprecio, que me hizo sentir avergonzada.
-Si! difícil de olvidarlo.. ¿Que haces por acá?- dije intentando evadir mi incomodidad. No quería que notara mi pómulo ensangrentado, sino la conversacion se haría muy extensa, por lo que no saque mi mano de allí.
- Sólo medito. Estoy descansando.- respondió desganado.
- Ah. Yo también... - Hice una pausa, no servía para mentir.
- En realidad... estoy escapándome. Me tengo que ir... No puedo detenerme a hablar ahora mismo.
- Entiendo. Hay un alma sucia en tu hogar. No es bueno para ti, ¿no?
- ¿Qué? - ¿Como sabia el algo así? mi cuerpo empezó a temblar recordando el golpe de mi madre.
- Mira, no tengo tiempo para charlas, Cheos. Y estoy un poco apurada... Necesito irme ahora mismo..- Comencé caminando lentamente, y me mire la mano, con sangre todavía por la herida. No sabia a donde iría, quizás al bosque que se encontraba un tanto lejos, no tenia rumbo ni destino.
*

0 comentarios: